divendres, 17 de desembre del 2010

Sin comentarios?!

La dirección de esta página recuerda a sus lectores que dejar comentarios NO DA CALAMBRE!!!

Recuerden que esta semana le toca la escalera al del 3º4ª

Gracias.

dijous, 16 de desembre del 2010

#facebookisdead

Es la primera vez que titulo un post con un hashtag, signo inequívoco de que ya sé como va Twitter... y que tengo Facebook y Twitter... y blog! ¡Mi vida en 2.0! Ahora que lo pienso, probablemente un día diré a mis nietos "la yaya Anna se enganchó a las redes sociales" y me dirán, mientras se descojonan, "yaya, qué dices! redes sociales? eso de qué siglo era?". O eso, o pasarán de aceptarme como amiga, para que no tenga acceso a sus fiestas, comentarios, o a aquello sobre lo que dicen "me gusta".

Es divertido pensar como una abuela cuando prácticamente aún se vive como nieta... wenu ya no, es verdad, no cuela.

En realidad yo no pasaba por aquí para viejunear o pensar en voz alta (y letra escrita) sobre cómo podrían hablarme mis nietos, sino para relacionar el cuelgue ocasional que nos priva hoy de Facebook con aquello de "uno solo sabe lo que tiene cuando lo pierde".
Porque, desengañémonos, no es que haya caído Facebook (en adelante, FB) justo ahora que queríamos mirar qué nos decía el chico aquel, justo esta noche que habíamos dejado pendiente de responder el mail que hemos leído esta mañana vinculado a un mensaje de FB, justo en esta hora que es cuando podemos mirar sin ser mirados... no no... Es que nunca habría un buen momento para una caída mundial de algo que ya ne-ce-si-ta-mos.

Puede sonar repetido, pero es así. Ladies and gentelmen: bienvenidos a la creación de una nueva necesidad. Lo de espiar al vecino por la calle ha muerto, viva FB! ;)



dimecres, 15 de desembre del 2010

Esto también pasará

Lo leí en algún sitio que ahora mismo encontraré en Google, el único sitio del mundo donde siempre voy a tener suerte. Exacto, segundos después estoy aquí sin saber donde leí la história, pero disponiendo de ella hasta la última coma: aquí la tenéis.

Su único efecto secundario es leerla en un momento neutro, y créedme, el 90% de nuestras vidas está compuesto por momentos neutros. Pero eso no se sabe hasta que se está o increíblemente bien o todo lo contrario. Con matices, obviamente, pero o en la cima o en la cueva más árida. Sin saberlo, el día que descubrí esta especie de leyenda, llegué a un flotador vital impresionantemente útil... o mejor, ¿sabéis esos pseudo-chiquipark pequeños que flotan lejos de las orillas de algunas playas? Algo así se encuentra cuando se da con una frase tan útil.

El complemento perfecto, quizá, sería encontrar un aforismo válido para esa extensísima vida neutra. La vida del voy tirando pero también la de qué ilusión o la de qué tristeza. Porque no hay estados vitales ni anímicos ni circunstanciales cortados por un patrón exacto. Pero todos nos hemos enterado de desgracias ajenas que nos hacen sentir trsites durante centésimas de segundo, afortunados (por no correr la suerte del afectado) durante segundos y otra vez neutros al cabo de unos minutos. 

Somos igual de maestros en el arte de empatizar y compadecer como en el de valorar que esa neutralidad nuestra de cada día es, en realidad, una fortuna incontable.